Normas básicas de higiene en la piscina – ADASA

Normas básicas de higiene en la piscina

Muchos aspectos relacionados con la higiene de las piscinas dependen de los propios usuarios. Medidas básicas como no ensuciar con desperdicios o utilizar las duchas antes de meterse en el agua son parte de tu responsabilidad.

Sin embargo, existen otras condiciones sanitarias relativas a la calidad del agua. Generalmente, los parámetros que indican la seguridad del agua aparecen expuestos a los bañistas, pero muy pocos saben interpretar el significado de las cifras de cloro. Incluso pueden malinterpretarse.

Un error bastant6e común es creer que cuanto mayor sea el nivel de cloro, más limpia está el agua, cuando en realidad una cantidad superior a la exigida puede repercutir en la salid de la piel y los ojos sin prevenir los contaminantes.

Hay que tener en cuenta que un nivel escaso de cloro favorece a las bacterias, pero un exceso de cloración puede causar conjuntivitis y quemaduras. Para conseguir este equilibrio la dosificación debe ser continua. Las cantidades se comprueban varias veces al día; como mínimo una por la mañana y otra por la noche.

Por último la dureza del agua alude a la cantidad de sales de calcio y magnesio que contiene. Estas sustancias son poco solubles en el agua, por lo que en exceso causan incrustaciones en las paredes y el fondo de la piscina. La dureza ideal se sitúa entre los 150 y los 250 miligramos por litro.

¿Cómo evitar infecciones?

Cada año las altas temperaturas nos invitan a disfrutar de las piscinas para tratar de combatir el calor y deleitarnos con los beneficios que ofrecen. Si no se cuida la higiene personal y el estado del agua, este hábito tan saludable podría dejar de serlo y convertirse en causa de infecciones propias de esta época del año, como son la conjuntivitis y la otitis.

Los principales agentes de contaminación son las bacterias causantes de enfermedades como la rinitis, otitis, conjuntivitis o gastroenteritis, entre otras.

Los hongos, un enemigo para nuestros pies, se encuentran en zonas húmedas, como los vestidores donde se debe extremar la higiene y el empleo del calzado específico (sandalias).

Medidas higiénicas

  • No tragar agua de la piscina.
  • No entrar a la zona de baño con calzado de la calle.
  • Ducharse antes y después de hacer uso de la piscina.
  • Utilizar toallas distintas para el descanso en el césped y para aseo personal.
  • Utilizar el calzado adecuado.
  • No se debe bañar nunca uno si padeces algún tipo de enfermedad infecto-contagiosa.

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